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Baguazo: radiografía de un conflicto que tras seis años aún no tiene culpables

El 5 de junio del 2009 tuvo lugar uno de los episodios más dolorosos  del Perú en la última década: El 'Baguazo'. El conflicto dejó 33 personas (23 policías y 10 civiles) fallecidas, un agente desaparecido (mayor PNP Felipe Bazán), siete procesos judiciales y una nula acción contra los responsables políticos. La herida continúa abierta hoy, día en que se cumplen seis años del lamentable hecho.
 
TRÁGICO 5 DE JUNIO
 
Aquella mañana del 5 de junio del 2009 empezaría lo que a la postre sería el conflicto social más grave del país.  369 agentes de la DINOES (Dirección Nacional de Operativos Especiales), con apoyo de las Fuerzas Armadas, habían ingresado armados en la denominada 'Curva del Diablo' -entre los caseríos Siempre Viva y El Reposo, en Bagua-, con el objetivo de retirar a los cientos de protestantes -nativos miembros de las etnias Awajún y Wampis-  atrincherados ahí.
 
Las fuerzas del orden iniciaron el operativo a la altura del Km. 201 de la carretera Fernando Belaúnde Terry, en Amazonas, alrededor de las 5 a. m., lanzando, principalmente, bombas lacrimógenas desde los helicópteros. No obstante, conforme iba trascurriendo las horas, la confrontación empezaría a agravarse.
 
La jornada dejaría al líder awajún Santiago Manuin Valera como uno de los primeros graves heridos por el enfrentamiento. Con varios impactos de bala en el pecho, el líder era dado por muerto -al final logró sobrevivir- por los nativos, lo cual exasperó aún más el estado de los protestantes y los llevó a emprender un ataque feroz contra con las fuerzas de orden.
 
Los agentes se vieron sobrepasados por los cientos de awajún que se percataron de su presencia. La Policía apeló a utilizar armas de fuego, lo cual generó la caída de algunos manifestantes y así se desató el descontrol de los nativos. Un grupo de policías, entre los que se encontraba el mayor Felipe Bazán, terminó arrinconado en una ladera. Algunos optaron por lanzarse, mientras que otros fueron víctimas de los machetazos de los awajún. Bazán fue despojado de sus prendas y tomado rehén por la turba. En medio de ese contexto, fue fotografiado. Aún se desconoce su paradero.
 
                             Últimos momentos del Mayor Felipe Bazán
 
Los medios informaban de las muerte de decenas de nativos y hablaban de una masacre, lo que provocó el enojo de los awajún ubicados en la Estación Nº 6 de Petroperú, en Imasita, la cual estaba cercada por una muchedumbre desde semanas antes. Fue así que estos tomaron rehenes a las 39 personas dentro de la estación -38 policías y un ingeniero-, sufriendo desde golpes hasta pinchazos con las lanzas. Diez de ellos fueron ejecutados, entre los que se encontraba el comandante PNP Miguel Montenegro. 
 
El apoyo de un mayor número de agentes permitió controlar la situación en la 'Curva del Diablo'. En la Estación N° 6, los índigenas empezaron a retirarse y dejaron con vida a 28 de los cautivos. Cifras de una jornada oscura en Bagua: 33 fallecidos (23 policías y 10 civiles). 83 detenidos. 200 heridos de bala. Desolación en Amazonas y críticas al accionar del Gobierno de García Pérez. 
 
 

EL ORIGEN DEL CONFLICTO

Durante el segundo gobierno de Alan García se suscribieron varios decretos legislativos que afectaban directamente a las comunidades indígenas de la Amazonía.

Al inicio se conoció que la aprobación de dichas medidas eran una condición para implementar el Tratado de Libre Comercio (TLC) con los Estados Unidos. Después se demostró que el sangriento enfrentamiento en la Amazonía tuvo como origen el deseo de una compañía transnacional de ocupar una zona protegida legalmente.

El entonces primer ministro Javier Velásquez Quesquén informó que el gobierno suspendió las actividades de exploración de la minera Afrodita, tras reconocer que “la suspensión tiene que ver mucho” con el conflicto del 5 de junio en Bagua.

La gestión aprista no escuchó los pedidos de consulta de los nativos, y García Pérez minimizó sus derechos como ciudadanos con frases desafortunadas, lo que originó uno de los más terribles enfrentamientos en el Oriente del país. “Estas personas no tiene corona, no son ciudadanos de primera clase”, dijo.

COSTO POLÍTICO

Los líderes indígenas y la opinión pública apuntaron inicialmente a tres ministros del segundo régimen de García Pérez como los responsables políticos. La primera fue la entonces ministra del Interior, Mercedes Cabanillas, quien se lavó las manos y señaló que no dio la orden para emprender un enfrentamiento.                                                                       

“Cuando se me informa que era necesario el restablecimiento del orden público en esa zona, yo doy mi conformidad. La orden y su ejecución se nutren con la información del comando operativo que está en el lugar. El operativo tiene una orden funcional”, reiteró a finales de junio del 2009.

El segundo sería el premier Yehude Simon –acusado de no tener una actuación que solucionara el reclamo-, quien convocó en estado de emergencia a Bagua el día del conflicto, sin poner su cargo a disposición a raíz de los hechos. No obstante, los dardos le seguían apuntando por este conflicto, lo cual provocó su salida del PCM el 11 de julio del 2009. Cabanillas también dejaría su cargo en el Mininter en aquel día.

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