En esta época de Verano, muchos acostumbramos exponernos al sol, para lo cual tenemos serios cuidados, debido al efecto dañino que causan los rayos solares ante una exposición prolongada.
El cuidado de nuestra la piel debe ser una rutina diaria, pero para eso es necesario s conocer cuál es nuestro tipo de piel para actuar de la manera correcta.
Por ejemplo, en mi caso tengo la piel grasa, que la reconozco por el brillo excesivo, la dilatación de los poros y el exceso de secreción sebácea. Si bien el componente hereditario juega un papel determinante para tener este tipo de piel, los factores externos también influyen, entre los cuales figuran el estrés y la dieta inadecuada.
He escuchado decir que el alcohol y el sol, secan la piel, pero investigando en la web, encontré información sobre el "efecto rebote" de la limpieza excesiva, es decir, la piel termina produciendo aún más aceite para compensar.
Es así que aunque no soy cosmiatra ni nada por el estilo, con la información obtenida prefiero, considero y recomiendo protectores solares indicados para este tipo de pieles, que sean oil free, o sea, libres de aceite.
El agua como elemento esencial para mantener la hidratación de la piel en esta estación tan caluroso, nunca debe faltar, al igual que el deporte y una dieta compuesta por frutas y verduras, que aportan antioxidantes y minerales.
Todo cuidado nunca está demás, para disfrutar y pasarla bien los pocos dúas que dispongamos en estas vacaciones, y regresar a nuestras aulas, con nuevos brío en el mes de Marzo.